por: Ivon Esquivel Altman
Guárdame como a la niña de tus ojos;
escóndeme a la sombra de tus alas.
escóndeme a la sombra de tus alas.
Oh Dios Omnipotente...
Y si.. El viento sopla Demasiado fuerte
mi alma vivirá confiada,
Cuán preciosa es, oh Dios, tu misericordia
Por eso los hijos de los hombres
Se refugian a la sombra de tus alas.
Cuán preciosa es, oh Dios, tu misericordia
Por eso los hijos de los hombres
Se refugian a la sombra de tus alas.
En el día de la angustia me esconderé en tu tabernáculo;
cubrirás mi cabeza con oleo de gozo, Y juntos abriremos
El baúl dorado donde guardo Mis recuerdos Los más preciados,
Los más sentidos, los mas vividos, y nos
REIREMOS JUNTOS.
Cuando necesite sentir tu gloria me acercare a ti
Con un corazón puro,Con pasos lentos
Y seguros,vestida de lino fino
Y con OLOR FRAGANTE.
Cuando sienta que las fuerzas me falten,
Te entregare mis cargas
Y tú levantaras, mi ser en tus brazos,
Y en tu regazo... QUEDARE DORMIDA.
en mi corazón guardere tu Nombre.
para no pecar contra ti,
Oh Santo Dios de Israel.
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