De: Ivon Esquivel Altman
Mis oídos se abrieron derrepente
cual sutil melodía,
sonidos que cantan a mi oído
y que deleitan mis sentidos.
Mis ojos se abrieron derrepente
para contemplar la hermosura
de una mañana fresca y melodiosa,
gotas de lluvia que cantan
y que bailan con dulzura.
El cielo azul nublado
y cubierto de nubes danzarinas
nubes viajeras que tocan
al compás del arpa y el violín
y el Arco iris vestido de colores
sale para engalanar el gran fiestin.
Mi boca se abrió derrepente,
cual sutil susurro,
al contemplar un cielo abierto
y copado de Ángeles y Querubines
regocijados y llenos de bondad,
derramando pétalos de rosas blancas,
con letras hechas de polvo de oro,
entonando incesantes
al compás del arpa y el violín
los cánticos y poemas nuevos,
a toda la nación.
y mi alma vestida de amor
y adornada de candor
contemplan los detalles de tu luz
y la belleza de tu gran esplendor
y con acción de gracias
te reconoce a ti mi Señor,
como el dueño del cielo
el mar y la tierra
y de toda la creación.
A ti...Sea la gloria el poder y la honra por los siglos de los siglos Amen
Escrito por: Ivon Esquivel Alman.
24/01/12
Dedicado: A TI Quien le pone color a mi vida.